Pésaj Shení se menciona en la Torá en Bamidbar 9:1-14, cuando Moshé anunció que el Qorbán Pésaj (sacrificio de Pésaj) sólo podía ser ofrecido por personas que son ritualmente puras. Algunos hombres vinieron a Moisés diciéndole que había personas que entraron en contacto con un cuerpo sin vida y se hicieron así ritualmente impuros, por lo tanto, estaban imposibilitados de participar en el Qorbán Pésaj. HaShem le indicó a Moshé que cualquier persona que no pudiera ofrecer el Qorbán Pésaj a su debido tiempo, el 14 de Nisán, debido un tema de impureza, o cualquiera que (en el futuro) fuese incapaz de ofrecer el Qorbán Pésaj porque está lejos de Yerushalayim, en un viaje de negocios, o algo así, podría realizar el sacrificio de Pésaj el 14 de Iyar, un mes más tarde.
Hay que tener en cuenta que además de la importancia del Qorbán Pésaj como una señal de recuerdo de la fe de nuestros antepasados en HaShem y como un gesto de nuestra gratitud hacia Él, el no ofrecimiento del Qorbán Pésaj acarreaba el Karet (pena capital Divina).
En resumen, cualquier persona que estuviera impedida de ofrecer el Qorbán Pésaj en el 14 de Nisán podía hacerlo en Pésaj Shení, el 14 de Iyar. Sin embargo, uno no puede aplazar intencionalmente el Qorbán Pésaj si está en su poder hacerlo en la fecha regular.
En los tiempos modernos, no hay ninguna observancia práctica de Pésaj Shení porque, después de la destrucción del Templo en Jerusalem, no podemos realizar el sacrificio original de Pésaj de todos modos.
En nuestra comunidad, y en la mayoría de las comunidades, recordamos Pésaj Shení de la siguiente manera:
1. Comiendo Matsá, que simboliza el Qorbán Pésaj, en algún momento durante el día de hoy. La costumbre Sefaradí es decir la bendición Mezonot por la Matsá, cuando no es Pésaj. La costumbre Ashkenazí es recitar la bendición HaMotsí por la Matsá durante todos los días del año. No hay un mínimo de Matsá que tenemos que comer. También podemos comer Jamets como lo hacemos todos los días.
2. En nuestra Tefilá (plegaria) recitamos el yehí shem en lugar del Viduy (tajanunim o confesión, una oración que se suspende en ocasiones festivas) en Minhá del día anterior y en todas las Tefilot que decimos hoy.
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