martes, 29 de agosto de 2017

En su libro Menorat haMaor el Rab Isaac Abohab, que vivió en España durante el siglo 14, escribe (Pag. 668-669) que hay 7 niveles de Teshubá, arrepentimiento. El breve texto que contiene estas reflexiones se podría considerar un manual moderno de la psicología del arrepentimiento. Veamos. 

Estos niveles se dividen fundamentalmente en términos de tiempo y circunstancia: ¿cuándo y por qué ocurre el arrepentimiento?

El primer nivel de Teshubá, el más alto, es cuando uno se arrepiente de lo que hizo mal de inmediato, y sin la intervención de elementos externos.  Cuando esto sucede, dice el Rab Abohab, es una muy buena indicación, ya que significa que la conciencia está despierta y activa. 
 
Vamos a tratar de comprender este profundo concepto un poco mejor.  

Imaginemos, por ejemplo, a una persona que por primera vez bebe alcohol en exceso y se embriaga. 1. Es posible que se ponga a conducir su auto y tenga un accidente, y que le saquen su licencia de conducir; que sea llevado la cárcel, etc. En todas estas circunstancias, mientras y después de que este sufriendo las consecuencias de su embriaguez, esta persona seguramente se arrepentiría de haber bebido alcohol. 2. También es posible, por ejemplo, que su familia lo haya visto, sus padres, sus hijos, etc. y se hayan sentido avergonzados de el.  Una vez sobrio, cuando su familia le cuente lo que hizo, seguramente se arrepentirá de haber actuado mal. 3. También seria posible que este individuo tuviera la suerte, o la mala suerte, de no sufrir ninguna consecuencia. Y si no se arrepiente y deja el alcohol luego de su primera embriaguez, es posible que la bebida se trasforme en un nuevo hábito, y luego en una adicción... 

Ahora podemos comprender mejor la Teshubá inmediata está en el nivel más elevado. El individuo que se arrepiente antes de, o sin haber sufrido las consecuencias de lo que hizo mal posee una voz interior, una conciencia activa (neshamá) que lo empuja a auto-corregirse después de haber actuado mal,  incluso sin que nadie le haya hecho ninguna observación?

Otro ejemplo: Imaginemos que hice o dije algo ofensivo a otra persona. La inmediatez o el retraso de mi disculpa, afectará la aceptación de mi disculpa. Si yo digo o hago algo ofensivo, e inmediatamente me doy cuenta de lo que hice y pido disculpas: “Lo siento, no quise decir eso; no te quise ofender; usé las palabras equivocadas, etc. “   Si el pedido de disculpas fue inmediato, en la mayoría de los casos, la aceptación de mi arrepentimiento por parte de la víctima será mucho mas factible.  Seguramente lo considerará como un error, más que un acto de maldad o negligencia.  Por eso, El Rab Abohab concluye que cuando uno comete una transgresión y se arrepiente de inmediato, se considera como si lo hubiera hecho por error o descuido, y no deliberadamente.  

Los Sabios reconocieron este fenómeno y explicaron que, en el caso de la mayoría de las personas, la conciencia se duerme y sólo se despierta cuando experimenta las consecuencias de su accionar. Pero el caso de un individuo que estudia Torá es diferente, ya que si bien no es infalible, posee una conciencia que está constantemente alerta. Porque el estudio de Torá es un recordatorio permanente de nuestros valores, lo que mantiene a la conciencia en un estado de alerta ético permanente.  El rab Abohab cita a continuación la Guemará en Berajot (10a) que dice: “Si viste a un estudioso de la Torá cometiendo una transgresión durante la noche, por la mañana debes asumir que ya se ha arrepentido”. Este individuo ha desarrollado un mecanismo de defensa ético interior, que previene que una mala acción se transforme en un hábito. Porque mientras su conciencia esté activa podrá diferenciar lo que está bien de lo que está mal. 

El estudio de la Torá es la major garantía para obtener y mantener una conciencia activa.

  

   

Yosef Bittón 
rabbibitton@yahoo.com


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