miércoles, 30 de diciembre de 2015

HALAJÁ OF THE DAY
18 de Tebet de 5776 

Ayer comenzamos a analizar los orígenes del antisemitismo en la Parashá de esta semana (ver aquí).  Mencionamos que el pueblo de Israel era prolifero y gozaba de bienestar económico, y que los judíos no habían cometido ningún acto de traición ni habían faltado al respecto a los egipcios para merecer el odio del faraón y del pueblo egipcio.   De acuerdo a lo que nos dice el texto de la Torá (peshat) las causas del antagonismo del Faraón tuvo que ver con que un nuevo gobierno tomo el poder, opuesto al gobierno anterior, que era aliado de los judíos.
 
Analizaremos ahora la manera en la cual este tipo de antisemitismo verbal, es decir, las mal intencionadas o falsas acusaciones hacia los judíos, se fue desarrollando.  

El faraón, como explicamos ayer, ignoró deliberadamente la contribución de Yosef al bienestar de Egipto.

Luego comienza el discurso del Faraón (Shemot 1:9): 
הנה עם בני ישראל רב ועצום ממנו : "El Faraón le dijo a su pueblo: He aquí un pueblo, los hijos de Israel, que son muchos y poderosos por nosotros" 


En este pasuq la Torá da cuenta muy sutilmente de las 2 primeras acusaciones del Faraón hacia Israel. 

PRIMERA ACUSACION.  Un pueblo dentro de otro pueblo. 
"El Faraón le dijo a 'su' pueblo: he aquí 'un' pueblo..."   Han pasado ya cerca de 4 largas generaciones desde que los hijos de Israel llegaron a Egipto (Levi, Qehat, 'amram), y la familia de Ya'aqob no se ha asimilado a la cultura y a la sociedad egipcia. Se mantienen como un pueblo unido. ¿Cuál fue la estrategia para evitar la asimilación a la poderosa y atractiva sociedad egipcia, sin haber recibido todavía la Torá en el monte Sinai?

Hay muchos elementos mencionados por la misma Torá o por nuestros Sabios. Nos limitaremos a 4 ilustraciones.  

1. אנשי מקנה En la Parashá Vaygash vemos como Yosef insiste que los hermanos se presenten como lo que son, pastores de ganado. Esta era una profesión tabú para los egipcios.  Los hijos, nietos y bisnietos de Ya'aqob residirían con la anuencia y bendición del previo Faraón en una tierra separada, Goshen, donde al pastorear su ganado no ofenderían las sensibilidades de los egipcios.  Y así evitarían la asimilación social y religiosa.  

2. איש וביתו באו: Lo primero que nos dice la Parashá de esta semana es que los hijos y los nietos de Ya'aqob no llegaron a Egipto solteros. La Torá especifica que vinieron con sus esposas. Así evitaron casarse con mujeres egipcias, lo cual hubiera sido el primer síntoma de asimilación.   

3. להורות לפניו גושנה. Nuestros Sabios dicen que Ya'aqob envió a Yehudá, antes de que su familia llegará a Egipto, para establecer bate midrashot, instituciones educativas judías. La educación judía fue siempre vista por nuestros Jajamim como la clave numero 1 para evitar la asimilación. 

4. ...לא שינו את שמותם Los hijos de Israel mantuvieron sus vestimentas judías, su lenguaje y sus nombres hebreos. Estos 3 elementos fueron la clave para mantenerse unidos y evitar la asimilación a la sociedad egipcia. 

Todo esto fue "denunciado" por el Faraón malintencionadamente.   El Faraón fue el primero, pero no fue por cierto el último, en utilizar el argumento de que "son un pueblo aparte" con el fin de generar antagonismo por parte del pueblo egipcio hacia los judíos, diciendo que no forman parte de la sociedad egipcia. 

También se expone desde el punto de vista de Israel, por primera vez, el doble desafío de ser y mantenerse como judíos en una sociedad gentil.  Por un lado, hacer lo máximo por no asimilarse, y por otro lado, estar expuestos a que el tirano de turno use nuestra condición judía como una excusa para acusarnos y perseguirnos.  


SEGUNDA ACUSACION: Nos robaron.

רב ועצום ממנו  "Son muchos y poderosos, por nosotros" .

La segunda acusación, totalmente injuriosa , es que los judíos se hicieron ricos y poderosos "por nosotros", es decir, porque se han apropiado de nuestro dinero. El faraón denunciaba a los judíos de haberles quitado su dinero, cuando en realidad Yosef salvó a Egipto de la ruina y el hambre. En ningún momento el faraón dice: Los judíos le dan prioridad al estudio. Son trabajadores. No son perezosos. Practican el ahorro. Tienen visión de futuro. Son muy capaces para la economía... etc, etc. Todo lo que el Faraón dijo fue: "Se enriquecieron tomando lo nuestro". ¿Suena familiar? 

Esta acusación se repitió miles de veces en la historia del pueblo judío en la diáspora, en todos los niveles. Un sólo ejemplo: Martin Luther (1483-1546):  " Los judíos ...se enriquecen de nuestro sudor y nuestra sangre, y nos ponemos más pobres por esta explotación". 

Claro que todos estos argumentos antisemitas colapsan cuando uno nota que el 41% de los premios Nobel de economía son judíos (y los judíos constituimos sólo el 0.02 % de la población mundial). O cuando uno ve el éxito comercial de Israel, "el judío entre las naciones", que no se enriquece del sudor y la sangre de ningún gentil sino de su capacidad de emprendimiento (ver aquí). 

Como vemos, en nuestra Parashá encontramos los primeros síntomas de la propaganda antisemita, que lamentablemente se repetirán una y otra vez a través de nuestro exilio entre las naciones. 

Continuará...



No hay comentarios:

Publicar un comentario