jueves, 29 de diciembre de 2016

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29 de Kislev, 5777
יום חמישי של חנוכה
הערב מדליקים נר ששי
ערב ר"ח טבת

Como un homenaje a nuestros heroicos antepasados que nos liberaron de la civilización griega-helénica, me gustaría compartir con Ustedes hoy algunas reflexiones acerca de los valores judíos y compararlos con los valores de la antigua civilización griega, que quería imponerse en Israel y reemplazar a la Torá. 

Para esto me voy a basar fundamentalmente en un estudio que hizo el rabino Ken Spiro en su libro "World Perfect", cuya lectura recomiendo muchísimo, y en otras fuentes independientes.

Advierto seriamente que el tema que exploraremos hoy es sumamente duro, y puede herir sensibilidades (como dicen en inglés: "WARNING: Some readers May Find This Content Disturbing").  Pero... es la verdad histórica.  
Y esta información, creo, nos va a ayudar a apreciar algunos aspectos de la celebración de Janucá, nuestro triunfo sobre la civilización griega, que por lo general son olvidados o ignorados.

Veremos hoy uno de muchos ejemplos. 

El infanticidio.  
Si bien en la sociedad gentil moderna todavía existen discusiones y debates acerca del tema del aborto, nadie discute el derecho a la vida de un bebé una vez que este niño o niña ha nacido.  ¿De dónde proviene este principio? ¿Es acaso un valor innato en la mente y en el corazón de todo ser humano desde los tiempos más remotos? ¿Es parte de la así llamada "ética universal"?  En realidad , NO.   
Este es un valor 100% judío. 
En el judaísmo el derecho a la vida es fundamental.  La ley judía permite el aborto cuando está en peligro la vida de la madre. Pero esto es, antes de que el bebé "comience" a nacer. Una vez que la cabeza del bebé está afuera del cuerpo de la madre, las dos vidas son iguales.  La preservación de la vida, antes y después de que un bebé nace, es, y fue durante toda la historia del pueblo judío, un principio absoluto y sagrado. Nuestros sabios entre muchas otras cosas dijeron: "Todo el que destruye una vida, es como si destruyera a toda la humanidad". Esto incluye también, o quizás por sobre todo, la vida de un bebé recién nacido, sin importar en qué condiciones físicas haya nacido. 

Lo que es menos conocido es que en la antigua sociedad griega no era así.  Los griegos (y más tarde también los romanos) practicaban el infanticidio con toda naturalidad. Es decir, el asesinato de niños recién nacidos como una forma de control de la población, selección de sexo y como la manera habitual de liberar a la sociedad de personas, incluso con una mínima discapacidad.
Así, un bebé que nacía débil o enfermizo o sufría de algún defecto físico de nacimiento, incluso si su labio o su pie estaban levemente hendidos, eran asesinados al nacer.  Esta eliminación no era realizada por un escuadrón de eliminación de bebés, sino por un miembro inmediato de la familia, por lo general la madre o el padre. Y por lo general dentro de los tres días después del nacimiento. El método de la "eliminación" variaba. Pero en general se sabe que, en la antigua Grecia, los bebés eran llevados a la selva y se los dejaba morir por abandono o se los tiraba a un rio donde morían ahogados, etc.
"El horror de un padre que es capaz de matar a su hijo es lo suficientemente impactante. Pero que este padre tuviera tan pocos sentimientos hacia sus hijos, y que sin absolutamente nada de piedad los expusiera a morir lenta y dolorosamente, o a ser recogido por alguien que los criaría en la esclavitud o en la prostitución ... sugiere un nivel de crueldad más allá de nuestra imaginación moderna." (Ken Spiro)

Lloyd DeMause en su ensayo "La evolución de la Infancia" escribe:  "Al infanticidio en la antigüedad [DeMausse demuestra que el infanticidio no era un tema que solo afectaba a los griegos, y no terminó con la llegada del cristianismo YB] , se le ha solido restar importancia pese a los, literalmente, centenares de claras referencias por parte de los autores antiguos en el sentido de que era un hecho cotidiano y aceptado. Los niños eran arrojados a los ríos, echados en muladares y zanjas, "envasados" en vasijas para que se murieran de hambre y abandonados en cerros y caminos, 'presa para las aves, y alimento para los animales salvajes' (Eurípides, Ion, 504). En primer lugar, a todo niño que no fuera perfecto en forma o tamaño, o que llorase demasiado o demasiado poco, o que fuera distinto a los descritos en las obras ginecológicas sobre 'Cómo reconocer al recién nacido digno de ser criado [=dejarlo vivir YB]',  generalmente se le daba muerte. Aparte de esto, al primogénito se le solía dejar vivir sólo si era varón.  A las niñas se las valoraba muy poco, y las instrucciones de Hilarión a su esposa Alis (siglo I de la era común) son típicas en cuanto a la franqueza con que se hablaba de estas cosas: 'Si, como puede suceder, das a luz un hijo, si es varón consérvalo; si es mujer, abandónala'  . Hasta el siglo IV, ni la ley ni la opinión pública veían nada malo en el infanticidio en Grecia o en Roma. Los grandes filósofos tampoco. Los autores más antiguos aprobaban abiertamente el infanticidio, diciendo, como Arístopo, que un hombre podía hacer lo que quisiera con sus hijos, pues "¿no nos desprendemos de nuestra saliva, de los piojos y otras cosas que no sirven para nada y que sin embargo son engendradas y alimentadas incluso en nuestras propias personas?"  O, como Séneca, respecto a los niños enfermos: "A los perros locos [rabiosos. YB] les damos un golpe en la cabeza; al buey fiero y salvaje lo sacrificamos; a la oveja enferma la degollamos para que no contagie al rebaño; matamos a los engendros; ahogamos incluso a los niños que nacen débiles y anormales. Pero no es la ira, sino la razón la que separa lo malo de lo bueno." 

(Para leer el artículo completo de DeMause en español, es largo pero muy recomendado para quien quiera profundizar en este tema,  haga click aquí ). 
 
Es cierto que de la antigua Grecia heredamos la arquitectura, las artes, los deportes, la estética y la democracia.   Pero, ¿qué pasa con la moralidad y la ética? Si bien la palabra "ética" proviene del griego, muchas de las prácticas éticas de los antiguos griegos, como vimos brevemente hoy, eran aberrantes y totalmente opuestas a los valores que practicaba el pueblo judío, que son los valores que practican hoy las sociedades más civilizadas del mundo moderno.  La ética moderna, en cuanto al respeto por la vida, y en muchos casos más, se basa en la ética judía, no en la griega. El mundo moderno le debe mucho a nuestros antepasados, los Jashmonayim, que lucharon y dieron sus vidas para NO absorber los valores de la cruel sociedad griega. 

Vale la pena conocer más y mejor los valores de la sociedad griega helénica para comprender que en Janucá, por sobre todo, celebramos la preservación de la ética judía, la ética de nuestra Torá.
JANUCA SAMEAJ



RAB YOSEF BITTON
Ohel David UShlomo
710 Shore Blvd, 
Manhattan Beach, NY

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miércoles, 28 de diciembre de 2016

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28 de Kislev, 5777
יום רביעי של חנוכה
הערב מדליקים נר חמישי


No existen grandes o significativas diferencias entre la tradición de los Yehudim Sefaradim y Ashkenazim respecto a las costumbres relacionadas con Janucá.  

Hay solamente algunas variaciones menores.

Ilustraciones:

¿LEHADLIQ NER JANUCÁ o NER SHEL JANUCÁ?
De acuerdo a la tradición Ashkenazi se dice en la Berajá: "lehadliq ner SHEL Janucá", (....encender la vela de Janucá). Mientras que los Sefaradim dicen, siguiendo lo que indica el Shulján 'aruj: "lehadliq ner Janucá", omitiendo la palabra "SHEL". Es interesante destacar que no existe una diferencia gramatical ni semántica entre estas dos versiones: no se puede decir que una es correcta y la otra no. En realidad la versión original de esta berajá (según Maimónides, MT Janucá 3:4) es "lehadliq ner SHEL Janucá" que es similar a "leahdliq ner SHEL Shabbat". La tradición Sefaradí, y el Shulján 'aruj que generalmente sigue a Maimónides, se basa en este caso excepcional en la opinión de los Mequbalim (rabinos estudiosos de la Qabbalá, como el Ari haQadosh z"l, y creo que esta es la razón por la cual los Jasidim de Jabad también dicen "ner Janucá" y omiten la palabra SHEL). Algunos Sefaradim, por ejemplo los de las comunidad Hispano-Portuguesa de Inglaterra, que interrumpieron la práctica de costumbres relacionadas con la Qabbalá luego de lo sucedido con Shabbetai Zeví, y algunos antiguos Siddurim Sefaradim como Tefilat haJódesh o Bené Tsion, conservan la versión que incluye la palabra "shel".

LA FUNCIÓN DEL SHAMASH
De acuerdo a la costumbre Ashkenazí la vela auxiliar o shamash, se enciende primero, luego de decir la berajá, y con el shamash uno enciende el resto de las velas. La tradición  Sefaradí es encender todas las velas en primer lugar, con un fósforo o una velita adicional, y al final se enciende el shamash. 
En la tradición Ashkenazí el shamash se usa también para encender las velas. En la tradición Sefardí, no. En realidad la razón principal por la cual se enciende el shamash o vela auxiliar es para evitar tener un beneficio exclusivo de la luz de las otras velas (lo cual está pr0hibido), en caso que involuntariamente usemos la luz de la Janukiá. 

TRADICIONES
Jugar al sebibón (dreidel o perinola) es una costumbre Ashkenazí que los Sefaradim nunca practicaron. Al igual que Janucá Gelt (monedas o regalos para los niños).

¿CUÁNTAS JANUKIOT ENCENDEMOS?
En las comunidades Sefaradíes se acostumbra a encender una Janukia (o Menorá) por familia ( מצוות איש וביתו). En muchas comunidades Ashkenazim la costumbre es que cada miembro de la familia enciende su propia Janukiá, incluso niños y niñas pequeños una vez que son mayores de 6 años (Rab. Eli'ezer Melamed). Algo similar ocurre con respecto a las velas de Shabbat: mientras que según la tradición Sefaradí sólo la madre enciende las velas de Shabbat, de acuerdo a la tradición Ashkenazí, cada una de las hijas también enciende sus propias velas de Shabbat.
Siguiendo este mismo principio, de acuerdo a la tradición Sefaradí, si un hijo o una hija está, por ejemplo, estudiando por un año en Israel, no tendrían la obligación de encender su propia Janukiá cuando dependen de sus padres, ya que estarían incluidos en la Mitsvá realizada por sus padres (una Janukiá por familia). De acuerdo a la tradición Ashkenazí, sin embargo, un hijo o hija que por ejemplo estudia en Israel y vive en su propio apartamento deberá encender su propia Janukiá con Berajá (incluso si aún depende de sus padres).

JANUCA SAMEAJ


Artículo de Foxnews (inglés)
¿Por qué la reciente resolución de las Naciones Unidas condenando a Israel es considerada por el Centro Wiesenthal como el más grave incidente antisemita del año 2016?    Ver aquí



RAB YOSEF BITTON
Ohel David UShlomo
710 Shore Blvd, 
Manhattan Beach, NY

martes, 27 de diciembre de 2016

MUESTRA PATRIMONIAL Museo LOPEZ CLARO

 

Museo López Claro: “El silencio de los cuerpos” cierra la temporada 2016

El espacio de Piedras 7352 finaliza su temporada de exposiciones con una muestra patrimonial del Maestro López Claro, que se integra al recorrido sobre la figura humana, que fue el eje de este año. “El silencio de los cuerpos” quedará inaugurada el miércoles 28 de diciembre a las 20, con entrada libre y gratuita. Apoya Tregar. Organiza Gobierno de la Ciudad.
Con “El silencio de los cuerpos”, finaliza esta semana la programación 2016 del Museo César López Claro, que abordó durante este año la temática de la figura humana a través de exposiciones patrimoniales y de artistas plásticos noveles de la ciudad. La programación reunió diferentes propuestas, exponentes de diferentes modos de representación, recuperando saberes y colaborando en la construcción de nuevos enfoques sobre las poéticas del cuerpo. En este sentido, vale recordar que la temporada comenzó con “Trazos de carbonilla y pastel”, del maestro López Claro; seguida de “Retratos”, de Pamela Bengochea; “Permeabilidad”, de Aimé Luna; “10 años de figura humana”, retrospectiva de Luis Gervasoni; “Laboratorio de Mutaciones”, de Esteban Corva y Pablo Cainero; y “Corporación” de Ariana Beilis.
“El silencio de los cuerpos” se compone de óleos y pasteles del acervo patrimonial del museo pertenecientes al período de Nueva Realidad del Maestro César López Claro. Su mirada atenta y sensible, a su entorno, a las problemáticas de los hombres y mujeres de su época y su tiempo, se vuelca en un testimonio visual. Él mismo se definía como un observador que pinta y afirmaba: “nunca practiqué el arte como mero divertimento, para mí ha sido y lo será hasta su fin un legado, un mostrar al desnudo una realidad que nos involucra a todos”. La muestra será inaugurada este miércoles a las 20, en el espacio de Piedras 7352, con entrada libre y gratuita.
En enero y febrero
La exposición organizada por el Gobierno de la Ciudad, con el apoyo de Tregar, se podrá visitar hasta el 19 de febrero. A partir del mes de enero, el Museo abrirá de miércoles a domingo, de 18 a 21.




SALUTACIONES AG ARTE




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27 de Kislev, 5777
יום שלישי של חנוכה
הערב מדליקים נר רביעי

La tradición de muchas familias de Aleppo (=Jálab), Siria, es encender una vela adicional además de las velas que normalmente se encienden cada noche de Janucá.  Así, la primera noche de Janucá los judíos de la comunidades de Aleppo encienden tres velas: 1. la vela de Janucá, 2. el shamash o vela auxiliar y 3. una vela adicional. Esta noche, la cuarta noche de Janucá, encenderán cuatro velas, el Shamash y una vela adicional, etc.

Ahora bien, no todos los judíos de Aleppo siguen esta tradición, sino solamente aquellas familias de Aleppo que remontan sus orígenes a España. Me explico. Cuando los judíos fueron expulsados de España en 1492 (y de Portugal en 1497) escaparon a diferentes destinos. Algunos de ellos llegaron a Italia, Turquía o Grecia. Otros, al norte de África: Marruecos, Argelia, Túnez, Libia o Egipto. Muchos también llegaron a Israel y Siria. 
En la mayoría de las ciudades a las cuales llegaron los refugiados de España, llamados desde ese entonces "Sefaradim" (=españoles) ya existían comunidades judías locales establecidas desde mucho tiempo atrás. Los Sefaradim se integraron a las comunidades ya existentes. Pero aún así, conservaron sus antiguas costumbres y cultura durante siglos. En muchos casos, los Sefaradim llegaron a ser la mayoría, o la minoría dominante, y poco a poco los judíos locales (en los países árabes a los judíos locales se los conocía como musta'arabim) absorbieron las costumbres de los judíos "españoles" y con el tiempo, ellos mismos se consideraron también "Sefaradim." 

Durante varias décadas luego de la expulsión de España, llegaron a Siria muchísimas familias que procedían directamente de España o Portugal o que habían llegado allí luego de estar algún tiempo en el Norte de Africa, en Turquía, en Egipto o incluso en Israel. El famoso viajero español, capitán Domingo de Toral (1598-1640), escribió en sus memorias "Relación de la vida del capitán Domingo de Toral y Valdés" que visitó Aleppo, Siria, en el año 1634 y que para su sorpresa había encontrado allí "más de 800 familias de judíos que hablaban el castellano" .

Ahora bien ¿Por qué esas familias que llegaron a Aleppo desde España adoptaron la costumbre de encender una vela extra?

Los judíos Sefaradim que llegaron a Aleppo consideraron que haber llegado a su nuevo destino había sido todo un milagro. Los expulsados de España y Portugal, no menos de 300.000 judíos, se expusieron a todo tipo de peligros al viajar en el mar. En primer lugar, estaban totalmente indefensos, sin nada ni nadie que los protegiera, y a la merced de los capitanes de las pequeñas embarcaciones y de su tripulación. Embarcarse en un viaje al mar era una invitación abierta a toda clase de abusos. Una vez que el barco abandonaba el puerto, la tripulación podía echar a los judíos al mar y quedarse con sus pertenencias.  En muchos otros casos los judíos eran vendidos como esclavos. Y si milagrosamente el capitán del barco cumplía con su promesa y trataba de llevarlos al destino prometido, los viajeros todavía corrían el riesgo de ser atacados por piratas, morir de hambre, exponerse a tormentas que podrían hundir los frágiles barcos y, lo peor, la siempre presente amenaza de enfermedades y epidemias. Todas esta tribulaciones reclamaron las vidas de decenas de miles de Yehudim. ¿Recuerdan la historia del rabino Isaac Caro? Él dejó Portugal con destino a Israel. Nunca pudo llegar a Israel y al final terminó en Turquía. En ese terrible viaje, perdió su numerosa familia, esposa e hijos, con excepción de una sola hija...

Para comprender los riesgos y peligros que vivían aquellos Yehudim que se escapaban de las conversiones forzadas al cristianismo, huyendo en barcos, ver aquí  la trágica historia de rabbi Yehudá Jayat, que nos llegó a través de su autobiografía en el libro מערכת האלוקות.   

Al haber llegado sanos y salvos a Aleppo, estas familias de judíos españoles decidieron recordar su historia y dar gracias a HaShem por su milagrosa salvación. Y para hacer eso, decidieron encender una vela adicional cada noche de Janucá, ya que el primer contingente de refugiados de España había arribado a Aleppo durante Janucá.

(Vale la pena aclarar que, a diferencia de la mayoría de las Mitsvot en las cuales está prohibido hacer algo de más o agregar un elemento adicional (por ejemplo, no está permitido colocar 5 tsitsiot en un talit, etc.) la cantidad de velas que se prenden en Janucá tiene un mínimo, una vela por noche, pero no tiene un máximo).

JANUCA SAMEAJ



RAB YOSEF BITTON
Ohel David UShlomo
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Manhattan Beach, NY

viernes, 23 de diciembre de 2016

 
26 de Kislev, 5777
יום שני של חנוכה
הערב מדליקים נר שלישי





Hoy explicaremos brevemente  los detalles de la celebración de Janucá.


Janucá se celebra por 8 días. La celebración de Janucá consiste en algunas cosas que debemos hacer y otras que dejamos de hacer.

HADLAQAT NEROT:  Lo más típico de Janucá es la Mitsvá del encendido de las velas. Cada noche encendemos las velas de Janucá, como ya lo hemos explicado. Pero aparte de esta Mitsvá hay también otras costumbres y tradiciones para celebrar esta fiesta. 
RECITACION DEL HALEL: Durante todos los días de Janucá recitamos el Halel. Halel es una Tefila (=plegaria) de alabanza a HaShem, que consiste en la lectura y entonación de unos Mizmorim (Salmos) de Tehilim relacionados con celebración y alegría. El Halel se dice también en Pésaj, Shabu'ot, Sukkot, etc. 

'AL HANISIM: También introducimos en la Amidá (la oración diaria principal) y el Birkat haMazón (la oración después de las comidas) un párrafo especial donde agradecemos a HaShem por haber salvado a nuestros antepasados de sus enemigos en los tiempos de Matitiyahu y sus hijos, los Jashmonayim.

LECTURA DE LA TORA: Durante los 8 días de Janucá leemos los textos Bíblicos correspondientes a la ceremonia de inauguración del Mishkán (el Tabernáculo, o sea, el Templo erigido en el desierto de Sinaí), cuando cada uno de los Nesiim (líderes) de cada tribu de Israel traía una ofrenda a HaShem para inaugurar el altar (mizbeaj). Incluso durante el lunes y jueves, días en los cuales leemos la sección semanal,  interrumpimos la lectura de la Parashá de la semana y leemos solamente los párrafos asignados a Janucá.

SEUDA: Si bien no existe una Mitsvá formal de realizar una Seudá, es decir una comida celebratoria como hacemos en Purim,  en muchas comunidades se acostumbra a servir comidas especiales de celebración donde se dicen palabras de Torá y se cantan canciones alegres, festejando en familia, con amigos e invitados. Muchos también acostumbran a servir platos lácteos, en recuerdo al heroico acto de Yehudit, la hija de Yojanán Cohen Gadol. Muchos también acostumbran a servir lebibot, sufganiyot u otros pasteles freídos en aceite.


Hay también algunas cosas que  dejamos de hacer en Janucá, ya que son días festivos y de celebración.

Algunos ejemplos:

AYUNOS: Muchas personas acostumbran a ayunar, por ejemplo,  en el día del aniversario del fallecimiento del padre o la madre. Sin embargo, cuando el aniversario coincide con Janucá, estos ayunos deberán ser desplazados.

ELEGÍAS (hesped): Se acostumbra a no realizar elegías (=darush, shloshim, arayat, discurso fúnebre) durante Janucá. Tampoco se visita el cementerio en aniversarios de fallecimiento.  Estas visitas pueden ser realizadas antes o después de Janucá, según la costumbre de cada comunidad.

TAJANUN: Durante Janucá se omiten las Tefilot de confesión (tajanún) y los Mizmorim  de súplicas. Todo esto, como dijimos, se hace para preservar un espíritu festivo y de alegría.



JANUCA SAMEAJ





RAB YOSEF BITTON
Ohel David UShlomo
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25 de Kislev, 5777
יום ראשון של חנוכה
הערב מדליקים נר שני


¿Qué significa ser judío?  Ser judío es ser una vela. Cada individuo judío es una vela. El judaísmo, la Torá, es la llamita de esa vela.  Esta metáfora no es arbitraria o caprichosa.  La Torá siempre fue comparada con la luz. La misma palabra hebrea TORÁ viene de la palabra  OR que significa "luz".  La palabra TORÁ es casi idéntica a la palabra MORÁ, maestra. Los judíos consideramos que el proceso de aprendizaje es un proceso de esclarecimiento.  La Torá, es "nuestra maestra", nos enseña, nos educa, nos ilumina. Y a través de sus enseñanzas disipa la oscuridad de nuestras vidas.  Y "Aclara" nuestra misión existencial.

Ahora que entendimos por qué la Torá puede ser comparada con una luz o una llamita, pensemos en lo siguiente. Si un individuo judío no estudia la Torá, no la conoce, no la observa, la abandona, no deja que la Torá lo ilumine, no se deja enseñar por ella... ¿sigue siendo judío?  Y la respuesta es "Si".  Un judío, aunque no sea un judío observante, nunca pierde su condición de judío (Israel, af 'al pi shejatá Israel hu).  Pero un judío sin judaísmo es una vela sin llama. Y una vela sin llama,  es una vela, pero una vela apagada. Una vela que aún no ha servido su propósito. Una vela que no cumple la misión para la cual fue concebida.  Pero a pesar de todo, es una vela. No es una silla, un zapato o un gato. Sigue siendo una vela. Y como tal, siempre puede ser encendida. Y a lo mejor todo lo que necesita es que otra vela, una vela que ya esté encendida, se le acerque, le ofrezca afectuosamente compartir su llama y la ayude a encenderse.

Nuestra misión como pueblo es transformarnos, como dijo el profeta Yesha'ayahu (42:6) en "leor goyim", la luz para el resto del mundo. Y esta misión la cumplimos sólo cuando estamos encendidos.  Iluminados con la Torá.  Es lo que se espera de nosotros.

Creo que esta metáfora de la vela y la llama es muy apropiada para Janucá. Nos ayuda a esclarecer, entre otras cosas, por qué celebramos la victoria de Janucá encendiendo velas.  

Veamos.  A veces, nuestros enemigos quisieron destruir las velas.   Es decir, buscaron nuestro exterminio físico. Sin importarles si las velas estaban encendidas o apagadas. Si en la SHOA un judío decía: "Yo no creó en Dios. No soy observante. Soy ateo. Déjenme libre", igual lo llevaban a las cámaras de gas.  En la SHOA, como en los tiempos de Hamán y Ajashverosh,  al enemigo antisemita no le importaba la llama. Su odio era étnico. Pero también práctico y utilitario. Al fin y al cabo,  destruyendo las velas también se acaba con las llamitas...

En Janucá, o en los tiempos de la Inquisición, el objetivo del enemigo no era acabar con las velas. Su misión era soplar las velitas, apagarlas.  Y reemplazar las llamas por una escultura griega o una cruz de madera. Los Jashmonayim, nuestros heroicos antepasados que vencieron al enemigo en Janucá, no lucharon para salvar sus vidas. Lucharon, y en realidad sacrificaron sus vidas, para preservar las llamitas de las velas judías.

El milagro de Janucá, el aceite que duró ocho veces más de lo que debería haber durado, tiene mucho para enseñarnos hoy.  Si seguimos el ejemplo de los Jashmonayim y luchamos para preservar lo nuestro, nuestra Torá, y nos sacrificamos para no dejar que Su luz se apague, HaShem estará de nuestro lado.  Tenemos que ofrecer nuestra llamita y acercarla a aquellas velas de Am Israel que están apagadas. Y si nuestras fuerzas o talentos alcanzan solamente para encender una vela, HaShem probablemente nos ayudará y nos dará la fuerza para que encendamos siete u ocho velas. O quizás más.


JANUCA SAMEAJ




ACTUALIDAD 
A pocos días de marcharse de la Casa Blanca el presidente Obama traiciona a Israel



Ver también este artículo en Español   







RAB YOSEF BITTON
Ohel David UShlomo
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Manhattan Beach, NY


El Museo Histórico de Santa Fe reabrió sus puertas totalmente renovado y con nuevas propuestas


El museo ubicado casco histórico presentó su nueva propuesta museológica y las grandes refacciones aplicadas al edificio patrimonial.

Este jueves por la noche, la ministra de Innovación y Cultura, Chiqui González, presidió el acto de reapertura del Museo Histórico Provincial de Santa Fe, Casa de Diez de Andino, el cual fue sometido a un extenso proceso de restauración integral edilicia y rediseño de la propuesta museológica.


La funcionaria estuvo acompañada por el secretario de Producciones, Industrias y Servicios Culturales, Pedro Cantini; el director provincial de Museos, Roberto Magnín; el subsecretario de Planificación, Matías Muller; el director del Museo Histórico Provincial de Santa Fe, Mariano Medina, e integrantes de la Asociación Amigos del Museo Histórico Provincial, entre otros funcionarios provinciales y municipales.

En la oportunidad, quedaron inauguradas la muestra patrimonial “Historias de acuerdos conflictos" y la muestra documental "Imagen hecha papel y memoria".


Las obras realizadas forman parte del Acuerdo Capital del Gobierno de la Provincia y todos los aspectos técnicos fueron definidos respetando la funcionalidad de esta casa, en tanto patrimonio, museo y monumento histórico.


UN MUSEO RENOVADO
La restauración de este edificio y su nuevo equipamiento museológico demandó una inversión de más de un millón y medio de pesos. Las obras edilicias estuvieron a cargo de la Dirección Provincial de Arquitectura e Ingeniería, del ministerio de Obras Públicas, y el resto de las mejoras estuvieron a cargo de la Dirección Provincial de Museos del Ministerio de Innovación y Cultura.


En la casona se realizaron, entre otros, trabajos de reparación y pintura de muros y aberturas, redefinición de los muros testigos patrimoniales, renovación integral del sistema eléctrico y cableado de datos, protección de pisos, y diseño e instalación de un nuevo sistema de iluminación interior para las muestras y ambientación.


También se instaló un nuevo sistema de video vigilancia de última generación y se colocaron blindex en el ingreso, como medida de protección tanto de la casa como de las colecciones, y finalmente se refuncionalizó el mobiliario existente y se construyó uno nuevo para el sector de recepción y soportes específicos para objetos destacados.


En el exterior, se restauró la pérgola de ingreso al área administrativa, se realizaron tareas de pintura en muros y columnas de la galería, se construyeron bancos en el ingreso y nuevas rampas de acceso, y se reparó toda la iluminación circundante.


LA NUEVA PROPUESTA MUSEOLÓGICA
Pero, tanto o quizás más importante que las tareas “materiales” antes mencionadas, es que al mismo tiempo el Museo Histórico se sumó al proceso de revisión y actualización de los conceptos y las prácticas museológicas que impulsa el Ministerio de Innovación y Cultura en el sistema los museos provinciales.


Y lo hizo con gran entusiasmo y compromiso de su equipo, lo que nos permite hoy presentar a la comunidad los primeros resultados del intenso trabajo que se realizó puertas adentro —mientras duraron las obras—, repensando el Museo y sus colecciones, actualizando relatos y criterios de exhibición.

En la propuesta temporaria, se presentan imágenes capturadas por Pedro Tappa y Augusto Lutsch, primeros fotógrafos que trabajaron en la ciudad. Estas fotografías pertenecieron a Clementino Paredes, un ciudadano que las coleccionó y comentó dentro del mismo material fotográfico, enriqueciendo estos documentos.

En el caso de la muestra patrimonial, la exposición da cuenta de una nueva mirada sobre las colecciones del Museo. Esto implica una lectura ampliada para reflexionar la historia de la ciudad y la provincia, desde las historias ya contadas, pero también desde otras no reconocidas anteriormente: las silenciadas o las reversionadas. Así, el Museo busca interpelar a los visitantes como integrantes de una historia nacional que involucra a todos, como protagonistas en tratados, contradicciones y consensos.

 
 



jueves, 22 de diciembre de 2016

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22 de Kislev, 5777

Ayer explicamos que la rebelión de los judíos contra el ejercito de Antiojus Epifanes comenzó con un acto muy especifico: Matitiyahu HaCohen, también conocido como "Jashmonayí", el líder de la ciudad de Modi'in, rehusó obedecer la orden de Antiojus de hacer un sacrificio a un ídolo pagano, y en lugar de ofrecer su vida en martirio, dejándose matar para no practicar la idolatría, luchó y terminó eliminando a los que traían las órdenes de Antiojus. Este acto heroico inspiró la revolución armada contra el tirano Antiojus. Y si bien Matitiyahu dio el primer paso, fueron sus cinco hijos: Yojanán, Yehonatán, Yehudá, Shimón y El'azar, los que lideraron la larga guerra contra los griegos y liberaron Yerushalayim.

El líder principal de la rebelión armada fue el famoso Yehudá Macabí, que luchó con muchísima valentía durante dos años en gran desigualdad numérica contra un enemigo muy superior y mucho mejor organizado para la guerra.

Finalmente, el 25 de Kislev del año 165 aec (antes de la era común), Yehudá Macabí y su improvisado ejercito judío, venció a los griegos y re-dedicaron el Bet haMiqdash.  Aquí es donde ocurrió el milagro del aceite de Janucá: un jarro de aceite que supuestamente debía durar un solo día, dio su luz por ocho días.

Lo que es un poco menos conocido es que las guerras con los griegos continuaron por muchos años después de Janucá.

Los griegos no se dieron por vencidos y volvieron con ejércitos más poderosos. Pero HaShem estuvo de nuestro lado.  En el año 164 aec, Antiojus llegó con su poderoso batallón seléucida, las fuerzas de elite y comando del ejercito griego, y rodeó Yerushalayim. Era inusual que el propio rey se presentara en el combate. Pero Antiojus quería asegurarse personalmente de que esa iba a ser la batalla final contra los obstinados judíos que le habían arrebatado la capital de la provincia griega de Judea. La intención de Antiojus era destruir Jerusalem y su Templo, y matar a todos los judíos de la ciudad. Y la verdad sea dicha, los Yehudim tenían muy pocas posibilidades de sobrevivir el ataque de las fuerzas de elite del ejercito de Antiojus.... Pero, el día 22 de Shebat de ese año le llegaron noticias a Antiojus que los Partos, uno de los ejércitos más temidos de la antigüedad, estaban atacando la capital de su reino, Jerat. Antiojus decidió posponer su ataque final contra los judíos y llevó a su ejército a combatir a los Partos.
 
En esa guerra su ejercito fue derrotado y Antiojus fue asesinado por los Partos. Este evento fue visto por los Yehudim como un enorme milagro, y una prueba de la intervención Divina en favor de su pueblo Israel, que estuvo al borde de la extinción. 

Las batallas continuaron. En el 13 del mes de Adar del año 161 aec el poderoso general griego Nicanor fue vencido en batalla por Yehudá Macabí y su improvisado ejercito.

En el mismo año, 161, los griegos mandaron al General Bacjides, con un ejercito muchísimo mayor.  En esta batalla murió Yehudá Macabí y su hermano Yehonatán tomó el liderazgo del ejercito.

En el año 151 los griegos fueron nuevamente derrotados. Aunque los problemas siguieron. Yehonatán fue engañado y asesinado por los griegos y su hermano, Shimón en el año 142, se convirtió en el líder de Israel. Fue Shimón quien finalmente  y después de muchos años de guerras, pudo no sólo eliminar al ejercito griego sino también erradicar la cultura Helénica y establecer un estado judío independiente, donde la Torá fue nuevamente la única ley del pueblo de Israel.

Las victorias de los Yehudim sobre el ejército griego no fueron consideradas sólo un triunfo militar épico, sino por sobre todo una serie de milagros que ocurrieron batalla por batalla.

Durante más de dos siglos, desde el año 165 aec hasta el año 68 de la era común, los judíos solíamos celebrar y agradecer a HaShem con una festividad especial por cada una de las batallas libradas contra el poderoso ejército griego (el 22 de Shebat, 13 de Adar, etc. eran festividades religiosas de agradecimiento a HaShem). Un antiguo libro de crónicas compuesto al principio de la era común por Jananiá ben Hizqiá, llamado Meguilat Ta'anit, registra todos estos días de fiesta, un total de treinta y cinco, en los cuales se celebraban las victorias de los Jashmonayim.

Sin embargo, tras la destrucción del segundo Bet haMiqdash en el año 68 de la era común, nuestros Jajamim entendieron que ya no debíamos celebrar más estas fiestas "nacionales", porque nuestro Bet haMiqdash, que también representaba nuestra independencia religiosa y política,  había sido destruido, y el pueblo de Israel derrotado y en el exilio. Los Jajamim suspendieron las celebraciones de todas las victorias registradas en Meguilat Ta'anit  (בטלה מגילת תענית) con excepción de una: "Janucá", a causa del milagro del aceite. 

Esta es la razón por la cual celebramos Janucá encendiendo las velas. Y es por este motivo que la festividad no se concentra en las victorias militares de los Jashmonayim, sino en el milagro del aceite. Aún así, en las Tefilot (rezos) de Janucá ('al hanisim) mencionamos las victorias de los hijos de Matitiyahu Cohen Gadol y recitamos el Halel, agradeciendo a HaShem por los múltiples milagros que Él hizo con nuestros antepasados, salvándolos de sus poderosos enemigos.

 
HISTORIA DE JANUCA  (Imperdible video!)
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RAB YOSEF BITTON
Ohel David UShlomo
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Manhattan Beach, NY