martes, 10 de febrero de 2015

CARTAS DE AMOR en el Museo Etnográfico

 






 

El Patio de lecturas del Museo Etnográfico abre con “Cartas de Amor”

Una pausa en medio del mundanal ruido para disfrutar “de oído” textos inolvidables y maravillosos. Un espacio de encuentro para que la palabra circule, crezca y se comparta multiplicándose en todas las voces y bocas.

El próximo sábado 14 de febrero, a las 20:00, en el Museo Etnográfico y Colonial “Juan de Garay”, dependiente del ministerio de Innovación y Cultura, invita a compartir la lectura de cartas únicas cuyo eje es el amor, tanto por las relaciones que narran como por la belleza de su escritura.

A lo largo de la historia hombres y mujeres célebres abrieron su corazón en cartas confesando amores a primera vista, pasiones no correspondidas, ansias secretas y deseos imposibles.

Políticos, militares, pintores, poetas, estadistas, científicos, escritores, filósofos, músicos y compositores, hombres y mujeres a lo largo de la historia han revelado en la intimidad de sus cartas facetas de su personalidad que no siempre pudieron advertirse en su vida pública.

Las cartas tienen valor biográfico, testimonial, político, estético y poético. Bien podrían considerarse una herramienta privilegiada ya que develan el contexto sociocultural, la subjetividad del autor, la relación de éste con el destinatario y todo un universo de significados que emergen en el marco de lo privado de la correspondencia en contraposición con la palabra publicada.

CARTA DE NAPOLEÓN A JOSEPHINE
No le amo, en absoluto; por el contrario, le detesto, usted es una sin importancia, desgarbada, tonta Cenicienta. Usted nunca me escribe; usted no ama a su propio marido; usted sabe qué placeres sus letras le dan, pero ¡aún así usted no le ha escrito seis líneas, informales, a las corridas!
¿Qué usted hace todo el d
í
a, señora? ¿Cuál es el asunto tan importante que no le deja tiempo para escribir a su amante devoto? ¿Qué afecto sofoca y pone a un lado el amor, el amor tierno y constante amor que usted le prometió? ¿De qué clase maravillosa puede ser, que nuevo amante reina sobre sus días, y evita darle cualquier atención a su marido? ¡Josephine, tenga cuidado! Una placentera noche, las puertas se abrirán de par en par y allí estaré.
De hecho, estoy muy preocupado, mi amor, por no recibir ninguna noticia de usted; escríbame rápidamente sus páginas, p
á
ginas llenas de cosas agradables que llenarán mi corazón de las sensaciones más placenteras.
Espero dentro de poco tiempo estrujarla entre mis brazos y cubrirla con un millón de besos debajo del ecuador”.
Napoleón Bonaparte

CARTA DE NERUDA A MATILDE
Señora mía muy amada, gran padecimiento tuve al escribirte estos mal llamados sonetos y harto me dolieron y costaron, pero la alegría de ofrecértelos es mayor que una pradera. Al proponérmelo bien sabía que al costado de cada uno, por afición electiva y elegancia, los poetas de todo tiempo dispusieron rimas que sonaron como platería, cristal o cañonazo. Yo, con mucha humildad hice estos sonetos de madera, les di el sonido de esta opaca y pura substancia y así deben llegar a tus oídos. Tu y yo caminando por bosques y arenales, por lagos perdidos, por cenicientas latitudes, recogimos fragmentos de palo puro, de maderos sometidos al vaivén del agua y la intemperie. De tales suavizadísimos vestigios construí con hacha, cuchillo, cortaplumas, estas madererías de amor y edifiqué pequeñas casas de catorce tablas para que en ellas vivan tus ojos que adoro y canto. Así establecidas mis razones de amor te entrego esta centuria: sonetos de madera que sólo se levantaron porque tú les diste la vida.” Octubre de 1959.

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