jueves, 31 de julio de 2014

Haydn por la Sinfónica santafesina
 
 
La Orquesta Sinfónica Provincial de Santa Fe, dependiente del ministerio de Innovación y Cultura, actuó el pasado sábado en otro concierto de su Temporada 2014, dirigida por su titular, Alejandra Urrutia, con la participación como solista del cellista Fernando Gentile, músico estable del organismo.


 
 A las 21:10, con la sala completa, los seis músicos que debían interpretar la primera pieza ya ocupaban sus lugares.
 
 El programa dedicado a Joseph Haydn, gran compositor austriaco, conocido como uno de los máximos representantes del periodo clasicista; comenzó con el Divertimento en Fa Mayor HII. 15 para dos oboes, dos fagotes y dos cornos. La pieza, de cinco movimientos sonó con la calidad que determina la experiencia y el excelente desempeño de los músicos que dieron vida a los sonidos que, concatenados, dejaron oír la hermosa melodía de la obra.
 
 Sin mediar pausa mayor a la necesaria para recuperar un poco de aire y para que el resto de los integrantes de la orquesta, incluida la directora, ocupen sus lugares, la concentración de los artistas se fijó en las partes del Concierto para Violoncello y orquesta en Do mayor – Hob. VIIb: 1 donde el cellista local Fernando Gentile ocupó el lugar de solista a la izquierda del podio de la directora. La interpretación del concierto compuesto por tres movimientos fue sublime. La cadencia usada por el solista, escrita por Torsten Harder (cellista alemán), amigo personal de Gentile, volcó los sonidos, más notablemente del primer movimiento, hacia un lugar que el mismísimo Haydn nunca hubiese imaginado, las notas del violoncello de Gentile invocaban al rock (y algo de blues) sin perder de vista las concepciones clásicas de la pieza original. La respuesta del público fue excepcional.
 
 
Luego de un intervalo de unos diez minutos, la Maestra tomó un micrófono y pidió un minuto de silencio por la paz mundial. Después de su pedido, el encuentro se selló con la interpretación de la Sinfonía Nº 92 en sol mayor “Oxford”. Los cuatro movimientos de la obra que tiene por sobrenombre “Oxford” (la universidad de habla inglesa más antigua del mundo, ubicada en el Reino Unido) debido a que Haydn la dirigió en una ceremonia en 1791, en la que fue condecorado con el doctorado honoris causa por dicha institución de altos estudios; era el broche de oro para el concierto. Una vez más, Urrutia utilizó toda la potencia de sus movimientos y concluyó de manera impecable con el tributo implícito que contenía el encuentro musical. Haydn había engalanado la noche santafesina. En una jornada fría el candor emotivo de la música clásica calentó el alma de los más de setecientos asistentes.
 
 
 

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