18-10 en VIALIDAD NACIONAL

 

Original muestra “Tinta y Sangre” en Vialidad Nacional

        El 7º Distrito Santa Fe de la Dirección Nacional de Vialidad dejará habilitada por primera vez en la ciudad de Santa Fe una muestra de dibujos y pinturas relacionadas a tatuajes. En su Sala de Exposiciones DNV07, expondrá sus trabajos el tatuador santafesino Carlos Martín “Capocha” Croce, bajo el título “Tinta y Sangre”. El encuentro se desarrollará este viernes 18, a las 21, en el espacio de arte de Vialidad Nacional en Santa Fe, sito en 27 de Febrero y Salta, con acceso libre y gratuito. La novedosa propuesta, que además suma a ser la primera muestra de motivos de tatuajes en la ciudad, la primera vez que Croce expone su particular arte.

Al respecto, vale rescatar el contenido vertido por “Capocha” en el catálogo impreso por Vialidad Nacional para la ocasión, donde el artista, y tatuador, destaca con respecto a su carrera que si bien su nombre es Carlos Martin Croce, “…para la mayoría soy Capocha”. Dice además: “Mi primer acercamiento con el arte fue en la biblioteca familiar, recuerdo todavía el asombro que me causaban los libros de pinturas que allí había, en especial Ingres y Caravaggio. Siempre me gustó dibujar, y pasaba las tardes enteras metidas en ese mundo de papel, lápices y tinta china. Más tarde vinieron las revistas de historietas y muchos libros más de pintura, en especial del renacimiento. A la edad en que transitaba los primeros años del secundario realice algunas muestras de dibujo, en especial de caricaturas y humor grafico y pude publicar en alguna revista local. En esa época obtuve dos premios en el salón de humor grafico del diario El Litoral, también fui finalista en la bienal de arte de Buenos Aires. Realice alguna muestra más y publique en el diario El Litoral de Concordia”.

Relata también cómo el tatuaje llegó en su juventud, “A los quince años tuve un descubrimiento que me cambiaria, ver una nota sobre tatuajes en la revista Fierro; esas fotos en blanco y negro de una persona tatuando, me cautivaron tanto como años atrás lo hicieron los libros de pintura. Acá no había nadie que tatuara con maquina y muy poca gente que llevara tatuajes. Tras un tiempo de ahorro viajé a Buenos Aires, con la idea de conseguir un equipo de tatuar. Allí, deambulando entre locales (en ese momento muy ‘unders’), compre lo necesario para realizar mi primer tatuaje. Desde ese momento no paré, tatuaba y dibujaba a diario. Empecé a publicar en el diario La Provincia mientras me desarrollaba como tatuador autodidacta. Con el tiempo me fui abocando más al tatuaje, a pesar de dibujar a diario”.